
Robó un año completo, desde marzo del 2024 hasta marzo de este año. No todos los días, claro, aunque un par de esos delitos los cometió días consecutivos. La mañana de este lunes Reinaldo Leguizamón admitió ante un tribunal unipersonal de Villa Mercedes que sí, en efecto, fue el autor de cuatro robos, en los que también hubo amenazas. No reconoció que es un delincuente por un repentino brote de moral. Lo hizo porque, previamente su defensora habló con los fiscales, y acordaron que si se declaraba culpable de ese combo de delitos y la jueza lo acepta podrá ir preso solo cuatro años. Obviamente, en la práctica, nunca son cuatro años enteros tras las rejas.
Así joven, como notoriamente es, Leguizamón reconoció haber cometido un «robo simple» y «amenaza con arma y amenazas simple» en un primer hecho; «robo simple» en otro; «robo simple en grado de tentativa» en una tercera ocasión y «hurto calificado por escalamiento».
El primero de ese hilo de sustracciones fue el 10 de marzo del año pasado. Sucedió cuando la víctima estaba a punto de ir a trabajar. A la salida, en la cochera de su casa, se topó con un desconocido. Era Leguizamón, que tenía los brazos cargados con las pertenencias que el otro hombre había dejado en su auto. Había roto un vidrio y violentado la puerta del coche, relató el fiscal Leandro Estrada.
El damnificado no se quedó espantado. Salió detrás, a perseguir al ladrón. Ahí nomás el delincuente le mostró que estaba armado, lo amenazó y quiso agredirlo con un chuchillo.
Una vecina que vio todo, llamó a la Policía. Leguizamón también la amenazó.
Cuatro días después, en Mitre y Calle Angosta, otro hombre advirtió que le habían forzado la puerta de su vehículo. Le sustrajeron parlantes, una consola de sonido, tablets, entre otros elementos. Todo fue captado por una cámara de vigilancia.
Un día antes, el 13 de marzo de 2024, Leguizamón rompió el vidrio de la puerta de una forrajería. Y se llevó algunas pecheras de perro. Demostrando así que, mientras algo sea robable y lo pueda llevar en sus brazos se apoderará de eso.
El último robo fue el 11 de marzo pasado, alrededor de las 6:45. La víctima había salido de su vivienda para ir a su trabajo. El ladrón confeso aprovechó para trepar una reja, entrar a la casa y robó un disco de arado.
La jueza Sandra Ehrlich tiene cinco días hábiles para definir si hace lugar al pedido de cuatro años de cárcel. Por lo general, los magistrados se inclinan por la afirmativa en estos juicios abreviados.