Tribuno Puntano

El veredicto fue leído pasadas las 18 horas en la Sala de Juicios Orales N.º 1. Los jueces también rechazaron un planteo de nulidad presentado esa misma mañana por la Defensa, relacionado con la extracción y cadena de custodia de la tarjeta de memoria de una cámara clave en la investigación. Los fundamentos completos se conocerán dentro del plazo establecido por ley.

Díaz fue trasladado de manera inmediata al Servicio Penitenciario Provincial, donde deberá cumplir la condena.

La declaración del acusado: una estrategia defensiva sin respuestas

En la última jornada del debate, Amado Díaz decidió declarar, aunque solo respondió preguntas de su abogado defensor. Antes, la Defensa intentó anular pruebas fílmicas que registraron movimientos del imputado la mañana del crimen.

Durante su exposición —que se extendió más de 50 minutos— Díaz habló de su vida personal, de sus trabajos, de sus hijas y de la relación que mantuvo con la madre de Anahí, a quien describió como "agua y aceite". Negó conflictos previos con la Justicia y aseguró que su vínculo con la joven era “perfecto”.

Sobre la mañana del 23 de mayo, relató una serie de actividades inconexas: ir al trabajo de su ex pareja, volver a su departamento a 50 metros de la casa de la víctima, cargar combustible, retirar dinero y hasta salir a donar unas botas. Afirmó también haber sido él quien pidió ayuda policial cuando la madre de Anahí encontró a su hija agonizando.

Se declaró incapaz de cometer el crimen. “Nunca hice daño a nadie. No entiendo por qué en cuatro horas resolvieron un caso tan difícil”, expresó.

ALEGATOS DE LA FISCALÍA: PRUEBA TRAS PRUEBA, UNA SECUENCIA IMPOSIBLE DE REFUTAR

El fiscal Leandro Estrada reconstruyó minuciosamente el momento del ataque, fechado entre las 6:44 y las 6:54. Según la acusación, Díaz entró a la casa con una llave —o copia— que conservaba de su relación anterior con la madre de la víctima. Una vez dentro, atacó a la joven con un arma blanca, provocándole 25 heridas, dos de ellas mortales.

En una demostración realizada con un maniquí y un sillón, el fiscal explicó la ubicación de las lesiones, la distribución de manchas de sangre y los rastros hallados en una campera azul secuestrada en la casa del acusado, donde se encontró ADN compatible con el de Anahí.

La cámara de seguridad del edificio del imputado se transformó en una pieza clave: registró cambios de ropa, el uso de una bolsa en la que —según la Fiscalía— habría descartado el arma homicida y el pantalón de jogging gris que nunca apareció.

La inconsistencia entre lo que Díaz declaró y lo que muestran las imágenes terminó de sellar la tesis fiscal.

La Querella: “No es una prueba, son todas las pruebas que apuntan a la misma dirección”

La abogada querellante, Dra. Laura Rodríguez, remarcó cinco ejes fundamentales: Contexto de celos y acoso hacia la madre de la víctima. Secuencia fílmica irrefutable de la cámara del edificio. Dinámica científica del hecho y autopsia. La sangre de Anahí en la campera del acusado. La conducta posterior de Díaz, considerada incompatible con la inocencia.

Destacó además un dato revelado en juicio: el homicidio fue cometido por una persona zurda, y múltiples registros muestran al acusado utilizando su mano izquierda.

Rodríguez fue contundente: “Es tiempo de que la Justicia hable por Anahí”. Solicitó reclusión perpetua.

Por su parte la defensa a cargo del Dr. Bautista Rivadera, pidió la absolución por el beneficio de la duda. Sostuvo que nunca se hallaron elementos que consideraba indispensables: la copia de la llave, el arma homicida y el pantalón de jogging gris.

Propuso tres teorías alternativas para explicar el ADN de la víctima en la campera del imputado y atacó la validez de los registros fílmicos cuestionando su cadena de custodia.

Anunció que, en caso de condena, presentaría recurso de casación.

Al hablar nuevamente, Díaz aseguró: “Hay muchas cosas inventadas. Soy totalmente inocente”.

La familia de Anahí, que estuvo presente en cada audiencia, recibió finalmente la respuesta de la Justicia.